La traducción jurada es similar a la traducción jurídica, con la distinción de que debe ser realizada por un Traductor Jurado que haya sido nombrado por el Ministerio de Asuntos Exteriores y Cooperación para que tenga validez en otro país. Se trata, pues, de una traducción oficial en la que el traductor jurado certifica que la traducción es fiel y completa.
Para que la traducción jurada sea válida deberá contener la fórmula de certificación y, a continuación, la firma y el sello del traductor jurado. Asimismo, deberá adjuntarse una copia del documento original sellada y fechada en todas sus páginas a efectos de comprobar la autenticidad del original.
Como valor añadido, nuestras traducciones juradas se entregan impresas en papel timbrado, si bien no es un requisito esencial para que tengan validez.
La mayor parte de los documentos de los que realizamos traducción jurada son documentos jurídicos, si bien en los últimos años hemos notado un aumento en la traducción de documentos como los certificados académicos, los títulos universitarios, los certificados de antecedentes penales y las partidas de nacimiento.
La apertura de los mercados y las licitaciones han hecho también que muchas sociedades nos encarguen la traducción jurada de estatutos sociales, escrituras de constitución y balances de cuentas.